VOTAR

Votar es más que un derecho democrático, es responsabilidad contigo, con tu familia, con tu sociedad. No puedes regalar tu persona votando por quien sabes que te miente todos los días; por quien te consta que extorsiona con dinero, empleos, trueques o punteros. Vota exigiendo a tu conciencia, no sólo por vos sino por las generaciones que te sucederán en un país que puede ser mejor, ciertamente y no sólo como propaganda. El cuarto se llama “oscuro” porque allí tu decisión es libre, sólo tuya. Esta de Octubre es la elección en serio.

Jorge B. Hoyos Ty.
ainda@netverk.com.ar

¿Reformar la Constitución?

Considero que cualquier constitución o cualquier sistema político son buenos en tanto y en cuanto sus respectivas sociedades respeten (sencillamente “respeten” sin necesidad de mayor énfasis) las normas, las reglas de juego establecidas. Hay variados ejemplos desde monárquicos a republicanos entre países que solemos reconocer como del “primer mundo”.

Lo que ocurre entre nosotros es, lamentablemente, lo contrario, y significa la causa principal del bastardeo a la democracia que sufrimos permanentemente, no sólo en perjuicio de una estabilidad política -de gobierno- sino también en detrimento de nuestra salud social.

La Carta Magna no se respeta, siempre está sujeta a modificación, todo lo que hace falta es sacar cuentas: si en el Congreso (sea provincial o nacional) se tienen los votos suficientes para reformarla, caso contrario conseguirlos, no importa si con descarado mercantilismo.

Y el objetivo mayor es siempre la reelección, por un tercer periodo o mejor, ¡indefinida! (insisto en que la reelección beneficia directamente no sólo a una persona y su familia, sino a miles dentro de la pirámide del ejercicio del poder).

Nuestra Constitución es la de 1994. No será la ideal pero sería suficientemente buena si fuera respetada. La Nación, el País no mejorarán por el sólo hecho de modificarla hoy, mañana y cuando al gobierno de turno se le antoje. En definitiva, todos nos damos cuenta que sólo se trata de voluntarismos oportunistas.

El Artículo 30 de la Constitución de la Nación Argentina sancionada en 1994 dice: “La Constitución puede reformarse en el todo o en cualquiera de sus partes. La necesidad de reforma debe ser declarada por el Congreso con el voto de dos terceras partes, al menos, de sus miembros; pero no se efectuará sino por una Convención convocada al efecto”.

Lo sustancial aquí es la puerta entornada para la trampa, las dos terceras partes terminan siendo apenas un obstáculo menor para la picardía política vernácula, y si se “consiguieron” votos suficientes en el Congreso, nada impedirá que igualmente se consigan en la Convención.

La modificación que cabría, en afán de evitar un vicio que venimos viviendo por décadas, sería “…La necesidad de reforma debe ser declarada por el Congreso con el voto unánime de todos sus miembros...”

El razonamiento es muy sencillo y sano: si una reforma constitucional le hace tanta falta a la Nación, debería ser porque todos, sin distinción, así lo consideran; porque todos los partidos políticos se han puesto de acuerdo y coinciden en un beneficio cierto para la salud política y social de la República.

¿Sería muy difícil? Sí, de eso se trata. Sólo así tendría y tiene sentido una reforma, dentro de una sociedad tan sufriente de trampas políticas.

Jorge B. Hoyos Ty.
ainda@netverk.com.ar

Celulares

¿Afectan a la salud?: Sí. Funcionan recibiendo y emitiendo ondas electromagnéticas. Interactúan con procesos similares orgánicos a nivel celular, bajan las defensas naturales, favorecen el desarrollo de cáncer. La afectación es de largo plazo (combinación horas-años). Una buena relación de los aspectos involucrados puede leerse en la siguiente entrevista hecha por Le Monde, 01/06/11: http://www.lemonde.fr/planete/article/2011/06/01/telephone-portable-et-cancer-nous-ne-pouvons-pas-quantifier-le-risque_1530667_3244.html La siguiente es información del Grupo de Estudio Internacional Interphone del 17/05/10: http://www.creal.cat/es_noticies/view.php?ID=58

¿Es un problema nuevo?: No. Hace más de tres décadas que se viene estudiando y alertando sobre la peligrosidad de las ondas electromagnéticas, particularmente sobre el cerebro y consecuencias cancerígenas, a partir de las generadas, también, en los entornos (orden de 100 m a cada lado) de las líneas eléctricas aéreas de muy alta tensión (de cien mil y más voltios). La siguiente publicación informa de los estudios, cómo accionan las ondas inclusive, que se vienen haciendo en diversas entidades académicas y científicas en todo el mundo: http://www.esdjournal.com/techpapr/elfhealth.pdf

¿Por qué se pronuncia recién la Organización Mundial de la Salud (OMS)? Respuesta difícil o entendible. En todo este tiempo, las grandes industrias eléctricas primero y de telecomunicación después han tratado de minimizar y aún negar los efectos dañinos de las ondas electromagnéticas. Esta declaración de la OMS del 31/05/11, aunque estimo tardía, significa un punto de inflexión: fabricantes y consumidores estamos en conocimiento formal del problema. La OMS se pronuncia en http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs193/es/index.html y, específicamente, con bastante claridad, la IARC (Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer) es la encargada de clasificar a las ondas electromagnéticas como potencialmente cancerígenas, 31/05/11: http://www.iarc.fr/en/media-centre/pr/2011/pdfs/pr208_E.pdf

¿Podrá prescindirse de los celulares?: Parece imposible, ya existen 5.000 millones de personas que los usan, como necesidad y hasta costumbre (un desarrollo inaudito; sólo en 1983 apareció el primer aparato comercializable y la expansión es a partir de 1990). Tampoco son prescindibles las líneas eléctricas de muy alta tensión, el planeta está surcado con ellas transportando energía.

¿Tenemos, los consumidores, algún recurso preventivo?: Sí. Por ejemplo:
** Hable lo menos posible por celular; prefiera los mensajes de texto.
** No hable por celular toda vez que tenga una opción de teléfono convencional.
** La distancia del celular al cuerpo comienza a ser segura a partir de dos centímetros (2 cm); en casa o en la oficina mantenga el aparato lejos del cuerpo, suficiente con escuchar el llamado.
** Use auriculares en lugar de pegar el celular a la cabeza. Sin embargo, los más seguros hacen el tránsito de sonido hasta la oreja a través de un tubo flexible con aire. Dos ejemplos de oferta de accesorios de seguridad opcionales en: http://www.rfsafe.com/ y http://products.mercola.com/blue-tube-headset/
** Si se trata de dormir, es mejor curarse en salud, apague el celular.
** Los celulares no son convenientes para los niños, sus cerebros están en formación y son más vulnerables. Prevención extensiva a mujeres embarazadas.

¿Qué ocurre con los Wi-Fi y Bluetooth?: El mismo problema. Estos y otros sistemas con recursos de comunicación inalámbrica también utilizan ondas electromagnéticas. Bluetooth, por ejemplo, usa niveles menores de efecto electromagnético que los celulares, está bien mientras interconectan aparatos, pero estimo que no resultan convincentes en sistemas “manos libres” porque reciben y emiten ondas electromagnéticas (desde y hacia el celular) al lado de la cabeza. En el caso de provisión Wi-Fi en domicilio, es saludable mantenerlo desconectado mientras no se usa.

¿Futuro?: Afortunadamente en diversos países del mundo, entidades científicas y académicas estudian y previenen sobre estos fenómenos, y en aquellos donde el Estado tiene presencia efectiva en resguardo de su población, se avanza en promulgar y hacer cumplir legislación adecuada (no cuando el Estado está ausente, donde lo primordial-permanente es la próxima elección); algunos ejemplos: Finlandia, Inglaterra, algunas ciudades y Estados de USA, Francia, Japón.

Hace falta que los fabricantes por sí, ahora notificados formal y públicamente del peligro, desarrollen líneas básicas normales de celulares con antídotos incorporados (en sustitución de accesorios opcionales o de provisión de terceros) y perfeccionamientos tecnológicos que impidan el impacto de las ondas electromagnéticas sobre el cerebro y cualquier otra parte del cuerpo humano.

Si la capacidad científico-técnica de la industria del celular ha permitido el citado explosivo desarrollo en tan solo un par de décadas, bien está en condiciones de encontrar los recursos y modificaciones de diseño y construcción en defensa de la salud. Hace falta, claro, que las gentes encumbradas en las decisiones empresarias comprendan que el ser humano, más allá de los grandes negocios, no puede continuar destruyéndose a sí mismo.

Nota: Las referencias en otros idiomas se debe a que en ellos suele encontrase más información. Si desea ampliar, en cualquier buscador use palabras como cell phones o high voltage power lines combinadas con electromagnetic fields, cancer o health. En Internet hay opciones de traducción al español.

04/07/11
Jorge B. Hoyos Ty.
ainda@netverk.com.ar