Saturday, November 04, 2006

¡Misiones, salud!

El triunfo del NO en las elecciones para Constituyentes, el domingo 29/10/06, en la provincia de Misiones, al solo efecto de reformar la Constitución provincial para establecer la reelección indefinida del Gobernador y del Vicegobernador, ha sido muy difícil y de la mayor importancia para la Nación.

Muy difícil, porque parecía imposible vencer al enorme aparato oficial, provincial y nacional, decidido a imponer a los candidatos del SI, utilizando propaganda, presiones y trampas de todo tipo, desde entregar dinero hasta hacer votar a los muertos.

De la mayor importancia para la Nación, porque es una decidida defensa del sistema democrático, un rechazo firme a la absurda pretensión, regresiva y absolutista, de imponer la reelección indefinida. Pretensión lamentablemente vigente en varias gobernaciones e incontables intendencias. Esta vez, el pueblo dijo “¡basta!” en una provincia y con repercusión nacional.

Trascendencia nacional que, en lo inmediato, debería servir para impedir intentos parecidos en otras tres provincias: Jujuy, La Rioja y Buenos Aires. Pero los vicios, las malas costumbres y la desfachatez están demasiado arraigados en el ejercicio político, como hemos visto en “Democracia bastardeada”, para que el “efecto Misiones” sea correctivo y perdure. No obstante, en buena hora, transcurridos cinco días, parece que Jujuy desiste.

Lo mejor para todos nosotros, en cualquier rincón del país, sería que el ejemplo de Misiones se mantenga en el tiempo, enseñando a hacer respetar el sano funcionamiento de la República. Y no únicamente a través de una coalición frente al poder hegemónico sino, también, por la decisión firme de cada ciudadano, dentro o fuera de un partido político, en cualquier circunstancia, de rechazo a toda pretensión que intente vulnerar la democracia.

Idealmente, el efecto correctivo debería multiplicarse, no sólo para impedir nuevos intentos sino para desmantelar los que ya están en ejercicio. De todos modos, es una fortuna para la Nación poder contar con esta magnífica experiencia provincial; por ello, es lo menos que podemos decir: “¡Misiones, salud!”


Jorge B. Hoyos Ty.
Noviembre de 2006